Un hombre desea vender su empresa. El problema es que, cuando la fundó,
se inventó un presidente ficticio, tras el cual poder ocultarse cuando
tuviera que tomar medidas impopulares. Cuando los posibles compradores
insisten en negociar cara a cara con el presidente, el propietario se ve
obligado a contratar a un actor fracasado para que interprete ese
papel. De repente, el actor se da cuenta de que no es más que un títere
envuelto en una trama que quizá ponga a prueba su catadura moral.
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